Un vistazo sin remordimientos

Sentada en el piso de mi alcoba, mientras escuchaba una canción de los Beach Boys, frente a mí estaba él observandome, y queriendo adivinar cada uno de mis pensamientos, pero su suerte fue poca y al instante el se desvaneció y yo entré en un estado meditabundo, mientras deslizaba mis pies descalzos sobre el frío pasillo, en la pared había un cuadro con una imagen abstracta que me indicó que ese era el pasillo de los recuerdos, seguí caminando y en un momento me pareció que no había avanzado absolutamente nada pues todo era idéntico de tonos grisáceos, pero pronto me di cuenta de que a unos 10 pasos de mí empezaban unas escaleras que conducían a un piso inferior, al llegar abajo noté que era una habitación muy grande con cercas como de cemento color verdes de unos 80 cm. aproximadamente, en cada rincón había un montón de frases flotando y unas cuantas imágenes apiladas en cajas de cartón.




















Mientras inspeccionaba todos esos rincones encontre uno en el que había un archivero gris y de metal, lo intenté abrir para ver que había dentro pero estaba cerrado con llave... Busqué en mis bolsillos si traía algún clip o algo con lo que pudiera abrirlo pero mis bolsillos estaban vacíos, entonces decidí buscar la llave en algún rincón cercano, pronto encontré un rincón luminoso y al ver la fuente de la cual salía la luz la tomé, era la llave estaba helada. LLegué al archivero gris y frío y al abrirlo vi un montón de carpetas con fechas y nombres, todos los datos coincidían con ese suceso del pasado, comencé a hojearlos había fácil unas 50 carpetas llenas de anotaciones, y pensamientos de esas fechas.

















Me quedé un buen rato hojeando esos archivos, perdí la noción del tiempo y pronto me interné en lo más profundo de esos pensamientos que un día tuve, una alarma sonó, me asusté pues no estaba segura de donde provenía, me levanté y me dirigí a las escaleras pero olvidé cerrar el archivero, aún traía la llave en mi bolsillo. La alarma seguía sonando así que decidí empezar a correr escaleras arriba, cuando llegué al pasillo en las paredes habían colgado más cuadros abstractos unos me decían que me regresara otros me decían que no me alarmara y otros más me gritaban que regresara pues corría el riesgo de desvanecerme en el tiempo. Decidí regresar.









Me levanté lentamente pues se me habían entumecido mis piernas, me di cuenta de que estaba a punto de amanecer, debía salir de ahí lo antes posible, ¿por qué?, no lo sé solamente sé que tenía que salir. Tomé una mochila y metí un cambio de ropa, una linterna, unas galletas (yumi yumi), una libreta un bolígrafo, una cobija y un poco de dinero. Salí lo más rápido que me fue posible y ya fuera de la casa, corrí hacía la bodega que quedaba a unos 2 Km. no muy lejos, al llegar noté como el cielo empezaba a aclarar y las estrellas dejaban de verse.

Al entrar en la bodega él estaba ahí sentado en medio de la enorme bodega, caminé lentamente y me senté frente a él. Él me miró y me dijo que a partir de mañana yo tendría que arreglarmelas sola. Asentí, pero en mi cabeza las preguntas rondaban ¿por qué?, ¿a dónde diablos se irá?, ¿qué hará?.... no entendía absolutamente nada.

Al anochecer él ya se había ido. Yo regresé a mi alcoba, esperando que estuviera ahí. Pero él no estaba en ningún lugar... él se había desvanecido y nunca lo volvería a ver.